El evento debatió política exterior brasileña

El Instituto de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior (Irice) promovió este martes un evento para discutir los desafíos del nuevo gobierno brasileño en la política exterior. Los paneles ocurrieron en el Espacio Cámara Árabe, en la sede de la Cámara de Comercio Árabe Brasileña, en la Avenida Paulista, en São Paulo.

Los temas abordados fueron «El escenario interno y la percepción externa», «Buscar un lugar en Brasil en el mundo compatible con su condición de una de las diez mayores economías globales», y «Brasil y la lucha por la hegemonía entre Estados Unidos y la región China en el siglo XXI «. Hablaron expertos como el embajador Rubens Barbosa, presidente del Irice; el embajador Osmar Chohfi, vicepresidente de Relaciones Internacionales de la Cámara Árabe; el coordinador del Grupo de Análisis de la Conjuntura Internacional de la USP (Gacint), Alberto Pfeifer; la coordinadora del Centro de Estudios de Comercio Internacional e Inversión (CCGI) de la Escuela de Economía de São Paulo de la Fundación Getúlio Vargas (EESP-FGV), Vera Thorstensen; el economista Roberto Luis Troster; y Fabiana D’Atri, economista coordinadora del Departamento de Investigaciones y Estudios Económicos del Banco Bradesco. Entre los oyentes estaban el embajador de Bolivia en Brasil, José Kinn Franco, el director general interino de la Cámara Árabe, Tamer Mansour, y una delegación de la Cámara de Comercio Árabe-Moçambicana, entre otros. En la foto arriba, de la izquierda. y en el caso de las mujeres.  del mundo.

Para Barbosa, ex embajador de Brasil en Washington, el nuevo gobierno necesita hacer la reforma de la Previsión y la reforma tributaria para reducir el «gap» (fenda) de credibilidad ante el mundo. El mandatario dijo que la política exterior se desparentó con el gobierno de Temer y que las «distorsiones económicas» se han remediado en los últimos dos años.

«Fuera, están esperando ver lo que sucede aquí dentro», afirmó el embajador. Según él, es una novedad un político asumir una posición de derecha y de liberalismo económico en Brasil, e inédito ser electo presidente. «Esta agenda conservadora de costumbres no es una jabuticaba brasileña, sino un movimiento global que está ganando fuerza en Estados Unidos, Alemania, Italia y Polonia, por ejemplo», afirmó, refiriéndose al presidente electo Jair Bolsonaro.

Barbosa afirmó que el nuevo gobierno tendrá un gran desafío de asumir en un momento de turbulencia e imprevisibilidad del escenario internacional, en el que la globalización está «bajo ataque». Para él, el gobierno tiene que pensar en colocar a Brasil en el lugar que él debe ocupar, como una de las diez economías del mundo.

«La tarea de Itamaraty y del gobierno brasileño a partir del primero de enero se sitúa en dos grandes vertientes, la primera es reinsertar a Brasil en el flujo dinámico de la economía y del comercio internacional, y la segunda, fortalecer la voz de Brasil en el escenario internacional en los organismos internacionales, siempre de acuerdo con los intereses brasileños «, afirmó el diplomático. Explicó que para hacer esto, el gobierno tiene que definir prioridades y lo que espera de la relación con Estados Unidos, la Unión Europea, China, Mercosur y Brics, principalmente.

Sobre la cuestión del cambio de la embajada brasileña en Israel, Barbosa dijo que el momento pide cautela. «Me he negado a hablar acerca de afirmaciones hechas durante la campaña y después de la elección, tanto del presidente electo, como de su hijo (Eduardo) y del vicepresidente (Mourão). «No he escuchado al futuro ministro de Relaciones Exteriores (Ernesto Araújo) hablar, entonces yo prefiero esperar, después de todo va a ser el jefe de la diplomacia brasileña. Una cosa es usted escribir en un blog, sobre globalismo, medio ambiente, Trump, como opinión personal suya. Otra cosa es traducir estos conceptos generales concretamente en actos de política exterior; una cosa es el principio, otra es la práctica «, puntuó. coyuntura.

Pfeifer hizo un panorama del escenario político brasileño, desde el impeachment de la presidenta Dilma Rousseff, en 2016, hasta el momento actual, con el presidente electo Jair Bolsonaro. «La nueva forma de Bolsonaro se comunica», por las redes sociales, y sobre la renovación de los políticos en las dos casas del Legislativo, la Cámara de Diputados y el Senado. Dijo que hay que respetar los poderes [Judicial, Legislativo y Ejecutivo], que «el presidente electo hace la línea antiglobalista neopentecostal», y mencionó el hecho de que el nuevo gobierno nombró a varios militares para las carteras ministeriales. También afirmó que el futuro ministro de Economía Paulo Guedes puede interferir en las relaciones exteriores del país, y habló sobre la alineación del presidente electo con Estados Unidos y su presidente, Donald Trump.

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